Agua de rosas de 150 cc
Muy muy antigua, el agua de rosas ya la utilizaban los árabes en el siglo X, quienes la introdujeron en Occidente. Actualmente, la más preciada es la que procede de la rosa damascena. Rica en vitaminas B y E, en realidad es un tónico natural que influye para bien en los niveles de colágeno y procura elasticidad a la piel.
Cómo utilizar el agua de rosas
Su uso más habitual es como tónico, especialmente indicado para las pieles más sensibles. Lo aconsejable es aplicarla después de la limpieza facial y antes de extender la crema. Este gesto evitará la tirantez de la piel.
Hablando de tiranteces, que normalmente indican cierto grado de sequedad en el rostro, el agua de rosas también se utiliza para combatirlas, rociándolo sobre la piel en cualquier momento y, muy importante, aunque se lleve maquillaje. Hablamos por ejemplo de la sensación que se tiene al realizar un viaje largo en avión o al permanecer bastante tiempo en un lugar con calefacción o aire acondicionado.
Otro uso: para rebajar las ojeras o bolsas debajo de los ojos. Tras un día de trabajo o de estudio, nada mejor que relajarse colocando bajo los ojos y durante unos minutos un algodón rociado con agua de rosas.
Y también sirve contra el temido acné por sus propiedades antibacterianas y porque evita las rojeces e irritaciones de la piel.
Esto en cuanto al rostro. Pero el agua de rosas se utiliza además, por ejemplo, para aliviar los pies cansados, si estos se sumergen en un balde con agua y este producto, o el dolor de cabeza, si se aplican sobre la frente unas compresas empapadas en él.